El
paisaje mío espera despierto hasta que se acunen todos los abismos memorias que
cuentan que desde muy niño escribo poemas sintiendo el invierno porque el frío
enseña a elegir palabras que hablen preciso donde la llanura se hace horizonte
y explota en las nubes con una tormenta que llega y ahuyenta látigo del rayo
que da el estampido ráfagas de venas que prenden las velas relámpagos truenos
nos dejan a oscuras sin luz en la casa escucho la lluvia caer en las chapas y
en una cuchilla clavada en el patio rezo a mis ancestros en una cruz de sal.