Hay días que me dejo llevar por el viento,
caigo hasta cierta altura y pongo a prueba los radares.
Otros días observo los bordes
hasta destruirle el límite al canto clandestino.
Desde arriba suelo mirar el agotamiento, la tristeza,
el futuro pudriéndose bajo las hojas.
A veces tengo la certeza que puedo mover las cosas,
cambiarles el rumbo, les hablo pidiéndoles movimiento
pero no me desanimo, las deseo y
las sueño dentro de mis ojos,
como a cualquier pájaro que sigo en la pupila.
las sueño dentro de mis ojos,
como a cualquier pájaro que sigo en la pupila.