La mujer de los animales
lunes, 8 de octubre de 2012
Podría ser mejor
En mi mente hay un niño
que regresa del futuro
vuelve con los ojos dormidos
trae muestras de como seremos
pero ese niño augura un cambio
un lenguaje desconocido,
secreto logrado desbloqueando el timo;
abriendo el chacra del cerebro,
para ver la luz
alimentarse de las napas
que traemos en la memoria,
escuchar las distancias,
como una madre que viaja en su liana
hasta el final de cada día
escuchar la idea del peligro,
la de multiplicar la ignorancia por millones,
profundizar este mensaje de conocimiento espiritual
de aura y energía cuántica, latido y promesa,
como una cura para nuestras debilidades
entender que las palabras imprescindibles
pierden hoy su significado,
se convierten en emboscadas
en lugar de ser un romántico ciclo
donde el trabajo, la verdad y la vida
germinen como la semilla del escándalo
el niño abre sus ojos y habla:
he sido sapo, liebre, zorro
ahora soy un pájaro,
solo quien vigila con los ojos de las flores
construye la justicia poética
puesto que lo escondido se explica con lo visible
escuchando el silencio de la gente
antes de llegar aquí
tuve que atravesar paisajes tristes,
un cielo negro viajando rápido y tras de mi,
hasta que me detuve y miré a mi alrededor;
adonde nos iremos?, le pregunto al niño
el me responde:
la libertad puede ser una abismo
si no vemos donde estamos parados,
nada y suerte, cualquiera de las dos
pueden ser un espacio vacío.
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