Andresito pasa en bici con un carrito atrás. Pasa despacio estirándose desde el asiento para llegar a los pedales. Andresito tiene 28 pero parece un niño. Se traba y patina la letra, habla todo así, se pone nervioso cuando le preguntan. Dicen que la tiene bastante grande y que le gusta jugar con los chicos en los yuyos, se la hace agarrar por las pendejas cuando está escondido. Anduvo pidiendo billetes falsos, la gente se los daba, juntó mucha guita y se fue a Buenos Aires. Sacó los boletos en la terminal del pueblo, llegó a Retiro, desayunó, almorzó en restoranes, compró ropa en el Once. Lo vieron llegar de regreso, bajó del micro con anteojos negros, miró la hora en su reloj flamante, y se prendió un cigarro.